La entrevista laboral. 20 consejos para el abordaje. Parte 3 de 4.

Viene de Parte 2. Rol Laboral. Agosto 2008.

9. Las preguntas sobre tus fortalezas y debilidades.

Un reclutador o psicólogo con experiencia indagará en busca de las habilidades, conocimientos y destrezas en donde tengas mayor potencial e identificará los aspectos por donde “cojeas” sin necesidad de formularte una pregunta concreta. En pocas palabras, su técnica será imperceptible para ti gracias a esa puntería sutil o certera capacidad deductiva de un entrevistador con impecable formación.

Sin embargo, un entrevistador joven, sin experiencia, poco creativo o simplemente sin tiempo, te preguntará directamente algo similar a - ¿Dígame dos fortalezas y dos debilidades que posea?

Lo que sugiero es que respondas narrando experiencias concretas o conductas observables en donde hayas desplegado dichas fortalezas, ve al ejemplo puntual.
Cuando te refieras a las debilidades, evita el “soy muy detallista” o alguna tontería cliché parecida y responde con sinceridad cuales son los aspectos que estás trabajando para mejorar y que acciones están involucradas para lograr aquello.

Cierre

10. Las preguntas sobre el tema de la renta y beneficios.

Aquí, ¡espera! Según el esquema de entrevista, tarde o temprano te preguntarán sobre tus pretensiones de renta. Cuando esto suceda, empieza por informar sobre tu salario actual para luego plantear tus expectativas. Aconsejo que el tema de los beneficios lo plantees después, o poco antes del final de la entrevista, cuando el reclutador te de la libertad de hacer preguntas para despejar tus dudas.

11. Disponibilidad de tiempo.

Debes negociar mínimo unas tres semanas para dejar a tu antiguo empleador. Si bien es cierto, este plazo es flexible dependiendo del nivel de responsabilidad que ocupes, aquí hay un tema de profesionalismo y en teoría, también de afectos por la organización que dejas. Deberías inclinarte a darle tres semanas como mínimo a tu ex empresa, esto para que puedan distribuir las tareas e iniciar la búsqueda del reemplazo.

Recuerda que tu nuevo empleador también presionará pues le interesa cubrir la vacante cuanto antes. Debes apostar con firmeza en buscar el máximo beneficio para quienes fueron tus empleadores. Es un tema de caballerosidad y educación. Por lo mismo, evita sacar partido de esta negociación para obtener unos días de “vacaciones” entre un trabajo y otro. Esto es sinónimo de criollismo o viveza, pues son días valiosos tanto para el antiguo empleador como para el nuevo. Si no tienes la fortaleza para tolerar el estrés de un cambio de trabajo y toda la presión que ello implica, pues un mercado laboral competitivo no es un lugar adecuado para tu perfil. La sed de conquista laboral es incompatible con unos “días de descanso” antes de emprender un nuevo proyecto. Se sugiere el descanso una vez percibido que la fase de adaptación en el nuevo cargo ha finalizado. (Entre seis y diez meses)

12. Plantear preguntas al reclutador.

Al final de la entrevista, el reclutador te dará tiempo para plantear preguntas, se sugiere aquí indagar sobre los beneficios corporativos, políticas de capacitación, horarios, ubicación geográfica del lugar de trabajo, viajes, almuerzo, vestimenta y aspectos básicos de la cultura organizacional.

13. Agradecimientos.

No olvides dar la mano cuando estés de píe, esto es válido tanto para el hombre y la mujer. Evita el beso a pesar que nuestra cultura latinoamericana lo haga por instinto, esto no es adecuado para una situación formal como lo es una entrevista laboral y por supuesto atenta contra los protocolos básicos de etiqueta social. No te expongas y no salgas del formalismo a menos que la iniciativa provenga del entrevistador.
Un “muchas gracias” mirando a los ojos será suficiente. Serás acompañado de regreso a la recepción.

Consejos genéricos.

14. Conducta No verbal.

La conducta no verbal se refiere a toda la información que comunicas no relacionada a lo que expresas en la conversación. Los gestos y movimientos están incluidos aquí.
Se aconseja tener las manos sobre el escritorio, ayudándote con ellas para expresar tus ideas, sin llegar a movimientos exagerados. Los “tics”, sonrisas nerviosas, sudoración de las manos reflejada en el escritorio, miradas esquivas y rigidez en la postura son algunos de los aspectos más evidentes para el psicólogo.

En parte 4 de 4, disponible en Septiembre:
15. No trates de venderte.16. El mito de las pruebas psicológicas.17. No hables mal de colegas o antiguo empleador.18. Expresa tu interés o no en el cargo.19. Planificación de la entrevista.20. Entrevistas bajo presión.

No hay comentarios: