Para conseguir buenas posibilidades en el afronte de la entrevista laboral, se aconseja dar por realizados tres supuestos de base o un trío de pasos obligatorios para tentar como mínimo, seguir con vida en un proceso de selección complejo.
a) Hemos dado por finalizado nuestro propio análisis de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (FODA) en el plano laboral.
b) Dimos por concluido un detallado estudio del mercado o industria en la cual pensamos postular.
c) Las conclusiones obtenidas en el punto a y b se ven reflejadas en un diseño de CV bastante agresivo o competitivo. (Ver entrada: “C. Rol Laboral.: El CV como pieza de ataque. Decálogo para su diseño. Marzo 2008)
Además de tener aclarados y realizados estos tres puntos, no debes olvidar la característica principal del contexto en que se realiza una entrevista laboral:
La desigualdad entre el rol de entrevistador y postulante:
Esta inequidad se da por el acceso que posee el reclutador a la información de tu perfil antes de la entrevista. El seleccionador ya cuenta, al momento de la reunión, con un buen nivel de datos sobre tus aspectos cognoscitivos, inteligencia emocional y rasgos de personalidad gracias a las pruebas psicológicas que se aplicaron previamente. Por ende el reclutador ya sabe lo que busca, teniendo un esquema sobre el orden de indagación o aspectos en los cuales apuntará la mayor cantidad de preguntas. En pocas palabras, la entrevista siempre contará con una estructura flexible que variará dependiendo el perfil del postulante en combinación con el perfil del cargo buscado.
Dado aquel natural contexto de desigualdad reclutador – postulante descrito, solo tenemos una opción, limitarnos a responder con honestidad, en posición de cautela o de sutil alerta evitando poner en jaque el rol conductor del seleccionador.
A pesar de esta necesaria posición de apertura y transparencia, es muy oportuno tener a la mano una serie de consejos que pueden serle útiles para terminar con éxito las primeras etapas de un proceso de selección.
Por lo mismo, expongo 20 consejos tanto desde la mirada del reclutador como la del postulante, en las tres fases que he dividido con fines didácticos la entrevista laboral: La Apertura, la meseta y el cierre. Espero que le sirva alguno. A continuación los tres primeros.
Apertura:
1. Puntualidad. Llega unos diez minutos antes de la hora pactada a la recepción de la empresa o consultora. Para ello siempre deja un tiempo adicional por imprevistos, ejemplo, no conseguir estacionamiento. El aspecto de la puntualidad es tan relevante que llegar atrasado te puede costar el éxito del proceso por ser una falta de respeto grave. Si te encuentras en una situación de urgencia por la cual llegarás atrasado, debes llamar y avisar de la tardanza.
2. La vestimenta. Recuerda que la entrevista es una reunión de negocios, por lo cual debes escoger lo mejor que tengas disponible en el armario. Para los hombres terno o traje de preferencia en negro o azul oscuro, elegir corbatas formales que eviten colores agresivos como el rojo o el amarillo, así como lucir siempre un calzado impecable.
Para la mujer se recomienda extremada sobriedad a menos que esté postulando a una agencia de modelos.
En mis dos años como seleccionador, tuve la oportunidad de entrevistar a cerca de 50 postulantes por semana, muchos de ellos para cargos de atención al público donde el perfil se inclina más hacia el género femenino. En más de una oportunidad pasé apremios por la sugerente vestimenta de algunas avezadas postulantes. Más allá de la natural desconcentración y la perdida en la conducción de la entrevista, ninguna de ellas pasó la primera fase, pues el perfil de nuestro banco en Lima era bastante conservador.
Ciertamente lograron alegrarme el día y el de mis compañeros de oficina que rondaban ante el inusual espectáculo, pero no cumplieron con el objetivo que buscaban, incorporarse a la organización.
3. Nervios excesivos: las manos húmedas y temblorosas. Es normal y positivo tener cierto grado de ansiedad, lo que no es usual es la llamativa sudoración o los temblores en las manos o en la voz. De ser este tu caso, te recomiendo la respiración profunda, consciente y sincronizada durante los minutos de espera, esto ayudará a relajarte.
No es lo ideal que el reclutador se encuentre con un tipo excesivamente nervioso, si el cargo al cual postula implica tener desarrollados la tolerancia al estrés, flexibilidad y manejo de la presión, pues hasta ahí llegaste gracias a la mano húmeda.
En parte 2. La Meseta y el cierre de la entrevista laboral. Fines de Julio 2008.
a) Hemos dado por finalizado nuestro propio análisis de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (FODA) en el plano laboral.
b) Dimos por concluido un detallado estudio del mercado o industria en la cual pensamos postular.
c) Las conclusiones obtenidas en el punto a y b se ven reflejadas en un diseño de CV bastante agresivo o competitivo. (Ver entrada: “C. Rol Laboral.: El CV como pieza de ataque. Decálogo para su diseño. Marzo 2008)
Además de tener aclarados y realizados estos tres puntos, no debes olvidar la característica principal del contexto en que se realiza una entrevista laboral:
La desigualdad entre el rol de entrevistador y postulante:
Esta inequidad se da por el acceso que posee el reclutador a la información de tu perfil antes de la entrevista. El seleccionador ya cuenta, al momento de la reunión, con un buen nivel de datos sobre tus aspectos cognoscitivos, inteligencia emocional y rasgos de personalidad gracias a las pruebas psicológicas que se aplicaron previamente. Por ende el reclutador ya sabe lo que busca, teniendo un esquema sobre el orden de indagación o aspectos en los cuales apuntará la mayor cantidad de preguntas. En pocas palabras, la entrevista siempre contará con una estructura flexible que variará dependiendo el perfil del postulante en combinación con el perfil del cargo buscado.
Dado aquel natural contexto de desigualdad reclutador – postulante descrito, solo tenemos una opción, limitarnos a responder con honestidad, en posición de cautela o de sutil alerta evitando poner en jaque el rol conductor del seleccionador.
A pesar de esta necesaria posición de apertura y transparencia, es muy oportuno tener a la mano una serie de consejos que pueden serle útiles para terminar con éxito las primeras etapas de un proceso de selección.
Por lo mismo, expongo 20 consejos tanto desde la mirada del reclutador como la del postulante, en las tres fases que he dividido con fines didácticos la entrevista laboral: La Apertura, la meseta y el cierre. Espero que le sirva alguno. A continuación los tres primeros.
Apertura:
1. Puntualidad. Llega unos diez minutos antes de la hora pactada a la recepción de la empresa o consultora. Para ello siempre deja un tiempo adicional por imprevistos, ejemplo, no conseguir estacionamiento. El aspecto de la puntualidad es tan relevante que llegar atrasado te puede costar el éxito del proceso por ser una falta de respeto grave. Si te encuentras en una situación de urgencia por la cual llegarás atrasado, debes llamar y avisar de la tardanza.
2. La vestimenta. Recuerda que la entrevista es una reunión de negocios, por lo cual debes escoger lo mejor que tengas disponible en el armario. Para los hombres terno o traje de preferencia en negro o azul oscuro, elegir corbatas formales que eviten colores agresivos como el rojo o el amarillo, así como lucir siempre un calzado impecable.
Para la mujer se recomienda extremada sobriedad a menos que esté postulando a una agencia de modelos.
En mis dos años como seleccionador, tuve la oportunidad de entrevistar a cerca de 50 postulantes por semana, muchos de ellos para cargos de atención al público donde el perfil se inclina más hacia el género femenino. En más de una oportunidad pasé apremios por la sugerente vestimenta de algunas avezadas postulantes. Más allá de la natural desconcentración y la perdida en la conducción de la entrevista, ninguna de ellas pasó la primera fase, pues el perfil de nuestro banco en Lima era bastante conservador.
Ciertamente lograron alegrarme el día y el de mis compañeros de oficina que rondaban ante el inusual espectáculo, pero no cumplieron con el objetivo que buscaban, incorporarse a la organización.
3. Nervios excesivos: las manos húmedas y temblorosas. Es normal y positivo tener cierto grado de ansiedad, lo que no es usual es la llamativa sudoración o los temblores en las manos o en la voz. De ser este tu caso, te recomiendo la respiración profunda, consciente y sincronizada durante los minutos de espera, esto ayudará a relajarte.
No es lo ideal que el reclutador se encuentre con un tipo excesivamente nervioso, si el cargo al cual postula implica tener desarrollados la tolerancia al estrés, flexibilidad y manejo de la presión, pues hasta ahí llegaste gracias a la mano húmeda.
En parte 2. La Meseta y el cierre de la entrevista laboral. Fines de Julio 2008.
1 comentario:
Hola Rodrigo, me parece salvaje tu blog. Yo trabajo en el tema del executive search y me toca ver a diario muchas de las cosas que mencionas... me parece que están expuestas de forma muy entretenida y amenas de leer.
Por lo mismo, pienso que puedo tener una propuesta laboral para tí, cómo te puedo ubicar para que conversemos??
Saludos!
Paula Villalobos
pvillalo@gmail.com
248 4751 - 247 9635
Publicar un comentario